Sinusitis Crónica: Síntomas, Causas y Cuándo Consultar al Otorrino
La sinusitis crónica afecta la calidad de vida de millones de personas. Aprende a identificar los síntomas y cuándo es momento de buscar ayuda profesional.

Vivir con sinusitis crónica es como cargar con un peso invisible que afecta cada aspecto de tu día. La congestión constante, la presión facial, la fatiga... estos síntomas pueden convertir las actividades más simples en verdaderos desafíos. En mi consulta de otorrinolaringología en Marbella y Málaga, veo regularmente pacientes que han normalizado estos síntomas durante años, sin saber que existe solución.
Comprendiendo los senos paranasales
Para entender la sinusitis crónica, primero debemos conocer qué son los senos paranasales. Se trata de cavidades llenas de aire ubicadas en los huesos del cráneo, alrededor de la nariz y los ojos. Tenemos cuatro pares: los senos frontales en la frente, los maxilares en las mejillas, los etmoidales entre los ojos y la nariz, y los esfenoidales en la parte profunda del cráneo. Estas cavidades no son simples espacios vacíos. Están recubiertas por una mucosa especializada que produce moco y están conectadas con las fosas nasales a través de pequeños conductos llamados ostium. En condiciones normales, el moco fluye continuamente desde los senos hacia la nariz, llevándose consigo partículas, bacterias y otros elementos que deben ser eliminados. Este sistema de drenaje es fundamental para mantener los senos sanos. Los senos paranasales cumplen varias funciones importantes. Filtran y acondicionan el aire que respiramos, humidificándolo y calentándolo. Ayudan a aligerar el peso del cráneo, haciendo que nuestra cabeza sea más ligera de lo que sería si estos huesos fueran macizos. También actúan como cámaras de resonancia que dan características únicas a nuestra voz, y protegen estructuras delicadas del cerebro y los ojos actuando como zonas de amortiguación ante traumatismos faciales.
La sinusitis crónica: un problema complejo
La sinusitis crónica se define como una inflamación de los senos paranasales que persiste durante más de doce semanas, a pesar del tratamiento médico. A diferencia de la sinusitis aguda, que suele ser resultado de un resfriado o infección viral y se resuelve en pocas semanas, la sinusitis crónica es un proceso inflamatorio persistente que requiere un enfoque diferente. El síntoma cardinal es la congestión nasal persistente. Los pacientes describen una sensación constante de nariz tapada que no mejora significativamente con descongestionantes nasales. Esta obstrucción puede ser bilateral o afectar más a un lado que al otro, y suele empeorar por la noche o al acostarse. La secreción nasal espesa es otro síntoma característico. El moco puede ser transparente, pero cuando hay componente bacteriano se vuelve amarillento o verdoso. Muchos pacientes también experimentan goteo posnasal, esa sensación de moco bajando por la parte posterior de la garganta que puede provocar tos, especialmente nocturna, e irritación de garganta. El dolor y presión facial son especialmente frustrantes. Los pacientes describen una sensación de presión o pesadez en las mejillas, la frente o entre los ojos. Este dolor puede intensificarse al agacharse, al hacer esfuerzos o simplemente con los cambios de altitud o presión atmosférica. Uno de los síntomas más impactantes en la calidad de vida es la pérdida del olfato (hiposmia o anosmia). El sentido del olfato está íntimamente relacionado con el gusto, por lo que su pérdida afecta también a la capacidad de disfrutar de la comida. Muchos pacientes no se dan cuenta de hasta qué punto su olfato está disminuido hasta que se restaura tras el tratamiento. Los síntomas secundarios, aunque menos específicos, contribuyen significativamente al malestar. El dolor de cabeza frontal o generalizado, la fatiga crónica que no mejora con el descanso, el mal aliento causado por la infección sinusal crónica, el dolor dental en la arcada superior y la tos persistente especialmente nocturna, todos estos síntomas van desgastando la calidad de vida del paciente.
Las causas: un puzzle multifactorial
La sinusitis crónica raramente tiene una única causa. Más bien es el resultado de múltiples factores que interactúan entre sí. Comprender estos factores es fundamental para un tratamiento exitoso. Los factores anatómicos juegan un papel crucial. Una desviación del tabique nasal puede obstruir los ostium sinusales, impidiendo el drenaje adecuado. Los pólipos nasales, crecimientos benignos de la mucosa nasal, pueden bloquear completamente el flujo de aire y el drenaje sinusal. La hipertrofia de cornetes, el estrechamiento congénito de los conductos sinusales o las variaciones anatómicas como una concha bullosa (cuando un cornete medio contiene aire) pueden predisponer a sinusitis recurrentes. Los factores ambientales y alérgicos son igualmente importantes. La rinitis alérgica causa inflamación crónica de la mucosa nasal y sinusal, creando un ambiente propicio para infecciones. La exposición a contaminantes ambientales, humo de tabaco (activo o pasivo), climas muy secos o muy húmedos, y ciertos irritantes laborales pueden perpetuar la inflamación sinusal. Existen también factores médicos sistémicos que favorecen la sinusitis crónica. El asma y la sinusitis crónica frecuentemente coexisten en lo que llamamos "enfermedad respiratoria única de la vía aérea". El reflujo gastroesofágico puede irritar la mucosa nasal y sinusal, especialmente el reflujo laringofaríngeo. Las inmunodeficiencias, ya sean congénitas o adquiridas, disminuyen la capacidad del organismo para combatir infecciones. Las infecciones fúngicas, aunque menos comunes, pueden causar sinusitis crónica especialmente resistente al tratamiento.
El proceso diagnóstico: más allá de los síntomas
El diagnóstico de sinusitis crónica es un proceso meticuloso que va mucho más allá de escuchar los síntomas. Comienza con una historia clínica detallada donde exploramos no solo la duración y características de los síntomas, sino también factores desencadenantes, tratamientos previos y su efectividad, exposiciones ambientales y laborales, antecedentes de alergias, y condiciones médicas coexistentes. La exploración física incluye un examen detallado de la cavidad nasal. Buscamos signos de inflamación, secreción, pólipos o desviación septal. Palpamos las regiones sinusales buscando dolor o sensibilidad. Examinamos la garganta en busca de signos de goteo posnasal. La endoscopia nasal es una herramienta fundamental en mi práctica. Utilizando un endoscopio fino y flexible con una cámara, puedo visualizar directamente el interior de las fosas nasales y los orificios de drenaje de los senos. Esto me permite identificar pólipos, desviaciones, inflamación de la mucosa, secreciones y obstrucciones que no son visibles en un examen simple. Cuando los hallazgos clínicos sugieren sinusitis crónica, solicito una tomografía computarizada (TC) de senos paranasales. Esta prueba de imagen es el gold standard para evaluar la extensión de la enfermedad sinusal. Nos muestra exactamente qué senos están afectados, el grado de obstrucción, la presencia de pólipos, y cualquier variación anatómica que pueda estar contribuyendo al problema. En casos seleccionados, las pruebas de alergia son fundamentales. Si sospecho que un componente alérgico está perpetuando la inflamación, refiero al paciente para estudios alergológicos completos. Identificar y tratar las alergias subyacentes puede ser clave para el control a largo plazo de la sinusitis.
Tratamiento: un enfoque escalonado
El tratamiento de la sinusitis crónica sigue un enfoque escalonado, comenzando siempre con medidas conservadoras y progresando a opciones más invasivas solo cuando es necesario. El tratamiento médico constituye la primera línea. Los corticoides nasales tópicos son el pilar fundamental del tratamiento, reduciendo la inflamación de la mucosa sinusal y nasal. Los lavados nasales con suero fisiológico o soluciones salinas hipertónicas ayudan a limpiar mecánicamente las fosas nasales y senos, eliminando moco espeso, costras y alérgenos. Cuando hay evidencia de infección bacteriana, prescribimos antibióticos, generalmente cursos prolongados de 3-4 semanas. Si existe componente alérgico, los antihistamínicos y la inmunoterapia alergénica pueden ser muy beneficiosos. Es importante entender que el tratamiento médico de la sinusitis crónica suele requerir meses de terapia continuada. No es una condición que se cure con una semana de antibióticos. Requiere compromiso del paciente y seguimiento estrecho. Cuando el tratamiento médico máximo durante al menos tres meses no proporciona alivio suficiente, consideramos la cirugía endoscópica nasosinusal (CENS). Esta técnica revolucionó el tratamiento de la sinusitis crónica. A través de las fosas nasales, sin incisiones externas, utilizamos endoscopios e instrumentos especializados para abrir los ostium sinusales obstruidos, remover pólipos, corregir desviaciones septales y restaurar la ventilación y drenaje normal de los senos. Las ventajas de la cirugía endoscópica son múltiples. Al ser mínimamente invasiva, no deja cicatrices visibles. La recuperación es relativamente rápida, con la mayoría de pacientes volviendo a sus actividades en 1-2 semanas. La visualización directa con el endoscopio permite una precisión que era imposible con técnicas antiguas. Y los resultados, en manos experimentadas y con el paciente adecuado, son excelentes en términos de mejora de calidad de vida. Sin embargo, es crucial entender que la cirugía no es una cura mágica. Es una herramienta para restaurar la anatomía y el drenaje sinusal, pero el tratamiento médico postoperatorio sigue siendo necesario para mantener los resultados a largo plazo.
Cuándo consultar: señales de alarma
Muchas personas toleran síntomas nasales durante años antes de buscar ayuda especializada. Es importante saber cuándo es el momento de consultar a un otorrinolaringólogo. Debes buscar evaluación especializada si experimentas síntomas que persisten más de tres meses a pesar de tratamiento médico básico. Las sinusitis recurrentes, definidas como tres o más episodios al año, merecen estudio para identificar causas subyacentes. La falta de respuesta a antibióticos o tratamientos que tu médico de familia ha prescrito es una señal clara de que necesitas evaluación especializada. Ciertos síntomas requieren atención urgente. La pérdida completa del olfato, aunque no es una emergencia, impacta significativamente la calidad de vida y puede indicar enfermedad severa. El dolor facial intenso o persistente, especialmente si es unilateral, requiere investigación. Cualquier afectación visual, como visión doble, pérdida de visión o hinchazón alrededor de los ojos, es una urgencia médica que requiere atención inmediata, ya que puede indicar extensión de la infección a la órbita.
Prevención: el mejor tratamiento
Aunque no siempre podemos prevenir la sinusitis crónica, especialmente cuando hay factores anatómicos o inmunológicos predisponentes, hay medidas que pueden reducir significativamente el riesgo. Mantener una buena higiene nasal con lavados regulares con suero fisiológico es una de las medidas más efectivas. Esto ayuda a mantener la mucosa hidratada y a eliminar alérgenos, bacterias y moco espeso antes de que causen problemas. El control adecuado de las alergias es fundamental en pacientes alérgicos. Esto puede incluir evitar alérgenos conocidos, uso de medicación antialérgica y, en casos seleccionados, inmunoterapia. Evitar el tabaco, tanto activo como pasivo, es crucial. El humo del tabaco paraliza los cilios que mueven el moco y causa inflamación crónica de la mucosa. Mantener una buena hidratación ayuda a que el moco sea menos espeso y drene mejor. Tratar adecuadamente las infecciones respiratorias agudas, sin dejarlas evolucionar sin tratamiento, puede prevenir su progresión a sinusitis crónica.
Vivir sin sinusitis es posible
La sinusitis crónica no es una sentencia de por vida. Con el diagnóstico correcto, el tratamiento adecuado y el seguimiento apropiado, la gran mayoría de pacientes experimentan mejorías significativas o resolución completa de sus síntomas. He visto a pacientes que llevaban años sufriendo, resignados a vivir con congestión, dolor y pérdida de olfato, recuperar completamente su calidad de vida tras un tratamiento adecuado. La satisfacción de ver a un paciente respirar libremente por primera vez en años, o recuperar su capacidad de oler y saborear, es una de las mayores recompensas de mi especialidad. Si llevas meses o años con congestión nasal, dolor facial, pérdida de olfato o cualquier otro síntoma que hemos discutido, no te resignes a vivir con ello. Una evaluación especializada en otorrinolaringología puede identificar las causas de tu problema y ofrecerte soluciones efectivas. La vida es demasiado valiosa para pasarla sin poder respirar libremente.
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